UNIVERSIDAD DE CARABOBO – SEDE ARAGUA
ESCUELA DE MEDICINA “DR. WITREMUNDO TORREALBA”
DEPARTAMENTO DE SALUD PÚBLICA
ENSAYO SOBRE LARVA MIGRANS CUTANEA.
FACILITADOR: DR. PHD RICHARD PALMA
AUTORES:
STELLA MILENA BLANCO RAMIREZ: BACHILLER EN CIENCIAS,
INTERNO DE PREGRADO DEL 6TO AÑO DE MEDICINA – UC
ANYIMAR ALEJANDRA BELA TABLANTE: BACHILLER EN CIENCIAS,
INTERNO DE PREGRADO DEL 6TO AÑO DE MEDICINA – UC
JULIO, 2015
RESUMEN
El término larva migrans
cutánea se aplica a la infestación de la piel por larvas de helmintos. Se
caracteriza en la clínica por lesiones serpiginosas que avanzan por uno de sus
extremos. Es un proceso endémico en áreas tropicales y subtropicales, aunque
últimamente su frecuencia ha aumentado en otras zonas geográficas debido al
incremento de los viajes a aquellas áreas.
Es necesario reforzar las medidas higiénicas
en la eliminación sanitaria de las excretas, desparasitar a los huéspedes,
evitar el acceso de estos a playas y zonas de recreo, concienciar a la
población sobre el uso de calzado y emplear larvicidas en suelos infectados.
Las zonas más afectadas son las áreas
descubiertas y que contactan con el suelo: pies, mano, espalda, nalgas, muslos.
La observación de las lesiones serpiginosas es suficiente para hacer un
diagnóstico clínico. Se ha encontrado eosinofilia en 10% a 35% de los casos. La
evolución es aguda y muy pruriginosa o dolorosa, secundariamente hay
escoriaciones, costras e infección.
En esto radica la importancia de la
realización de este ensayo, el cual nos permite conocer de manera global esta
patología que tiene una alta incidencia en las regiones costeras de países tropicales
debido a una mala implementación de
políticas de salud que permitan controlar los reservorios animales perros y
gatos (Toxocara Canis y Toxocara Cati respectivamente) a fin de evitar que aumente su incidencia.
Algunas ocupaciones o costumbres hacen que
ciertas personas estén más expuestas con más frecuencia tal es el caso de
plomeros que se contaminan con tierra húmeda, niños que juegan con arena,
bañistas o pescadores que están en la playa.
Palabras claves: Toxocara, larvas, helmintos,
serpiginoso.
INTRODUCCION
Larva migrans cutánea (LMC)
es un síndrome causado por la presencia y subsecuente migración de larvas
de nematodos de diferentes animales en capas superficiales y/o profundas de la
piel. Constituye una de las dermatosis zoonóticas
más frecuentes en zonas tropicales y subtropicales.
Los principales agentes etiológicos son Ancylostoma caninum y Ancylostoma braziliense, el primero nematodo de cánidos y el segundo de cánidos y félidos. Con mucha menor frecuencia se ha identificado a: Ancylostoma tubaeforme, Uncinaria stenocephala, Uncinaria ceylanicum, Baylisascaris procyonis, Bumostomum phlebotomum.
Actualmente se utiliza el término de síndrome de LMC asociado a uncinarias de animales (siglas en inglés HrCLM: hookworm-related cutaneous larva migrans) para evitar confusiones con las diversas patologías que pueden dar lugar a un cuadro de larva migratoria. (Caumes, et al., 2004; Heukelbach et al., 2008; Feldmeier H, Schuster A. 2012).
Aunque no corresponden a
la definición de LMC, debido a sus características clínicas, deben contemplarse
en el diagnóstico diferencial: Algunas miasis (infestaciones debidas a larvas
de algunas mosca, como Gasterophilus
e Hypoderma),
las lesiones causadas por el ácaro
Sarcoptes scabiei y nematodos adultos, entre ellos Loa loa y Dracunculus medinensis,
así como dermatofitosis, el eritema de la enfermedad de Lyme y dermatitis por
contacto. Las formas formas larvarias de
Gnathostoma spp., cuyos hospederos definitivos son diversos
animales, de acuerdo a la especie del parásito, causan un cuadro clínico de
LMC, pero esta parasitosis puede extenderse a diferentes tejidos, no se limita
a piel. Strongyloides
stercoralis y Necator
americanus, nematodos humanos, pueden dar lugar a manifestaciones clínicas
semejantes a una LMC. En el caso de Strongyloides
la lesión se denomina "larva
currens".
Esta es una patología frecuente en zonas tropicales y
subtropicales que satisfacen las exigencias del parásito. Los reportes de
reportes de casos se refieren principalmente a turistas de países europeos y de
EUA que fueron diagnosticados en sus países de origen después de estancias en
playas del Caribe, México (Península de Yucatán, Michoacán, Veracruz, Guerrero,
Tabasco, Jalisco, Tamaulipas,, entre otros), Brasil, Venezuela, Colombia,
Jamaica, Venezuela, Barbados, Senegal y varios países asiáticos, destacando
Tailandia. Los casos autóctonos en Europa y EEUU son escasos.
En un estudio realizado en Brasil se consideró la posibilidad de que la parasitosis sea más frecuente en las personas nativas de áreas geográficas desprotegidas, endémicas, que suelen coincidir con altas frecuencias de Ancylostoma spp. en perros. (Heukelbach et al., 2004).
En un estudio realizado en Brasil se consideró la posibilidad de que la parasitosis sea más frecuente en las personas nativas de áreas geográficas desprotegidas, endémicas, que suelen coincidir con altas frecuencias de Ancylostoma spp. en perros. (Heukelbach et al., 2004).
El micro hábitats apropiados se encuentran en zonas
costeras con presencia habitual de perros, lo que ocasiona que los turistas
estén en riesgo de adquirir la enfermedad al caminar con los pies descalzos o
asolearse en las playas (50% de los casos). También existen reportes de
infección por fómites (ropa o toallas contaminadas) y al manipular flores
contaminadas con tierra que contenía larvas infectantes (Heukelbach et al.,
2009). Asimismo se considera en riesgo a los niños, debido a sus hábitos de
juego, a jardineros y otros sujetos que se encuentren expuestos a suelos
apropiados con materia fecal de perro disuelta ("invisible").
Evidentemente, las
deficiencias en el control de esta parasitosis y otras enfermedades zoonóticas
depende de la falta de cultura en el país sobre el cuidado responsable de
millones de animales de compañía, y la carencia de medidas apropiadas para
informar a la población y a profesionales de la salud, desde hace décadas.
En los hospederos
definitivos, A. caninum
tiene un ciclo de vida similar al de las uncinarias de los humanos. Los cánidos
infectados eliminan con la materia fecal alrededor de 20 000 huevos/día, los
cuales embrionan en condiciones favorables (temperaturas óptimas que oscilan
entre los 25 - 30 °C, suelos húmedos, arenosos, sombreados, oxigenados); la
eclosión puede ocurrir al cabo de 48 h, dando lugar a larvas de estadios 1, 2 y
3. La larva L3 es filariforme, infecciosa para perros y humanos (hospederos
accidentales), y mide en promedio 660 µm de longitud y 2 µm de grosor.
(Nichols, 1956).
La infección se adquiere
por el contacto de la piel con suelos contaminados con materia fecal de perros
infectados. Las larvas penetran activamente por la piel, aún sin solución de
continuidad, folículos pilosos y rara vez, mucosas.
A. caninum presenta proteasas
relacionadas con la écdisis, invasión tisular, destrucción de tejidos y
degradación de la mucosa. También se ha identificado un factor inhibidor de la
adhesión de neutrófilos activados.
Los eventos histopatológicos incluyen una dermatitis
difusa con acantosis, focos de espongiosis con vesículas intraepidérmicas que
contienen queratinocitos necróticos. En zonas perivasculares de la dermis
superior y media se observan infiltrados inflamatorios de predominio
eosinofílico. El hallazgo de la larva de Ancylostoma
sp. u otro agente etiológico no es frecuente debido a que el parásito no se
encuentra dentro de la lesión visible.
Las zonas corporales afectadas con mayor frecuencia son
dorso y planta de los pies, manos, glúteos, área anogenital, tronco, muslos y
piernas.
Los pacientes refieren con frecuencia el sentir "un
piquete" en el sitio de entrada de la larva (o larvas). Horas después de
la penetración aparece una pápula pruriginosa. En el transcurso de días o
semanas y a una distancia aproximada de 1-2 cm de la primera lesión la
migración de las larvas da lugar a trayectos levantados, sinuosos, únicos o
múltiples, de acuerdo al número de parásitos, con papulas, vesículas,
descamación y eritema (signo de la dermatitis verminosa reptante). Estos
trayectos avanzan generalmente unos cuantos mm/día. La lesión es progresiva y
causa un prurito muy importante
(primera causa de consulta).
El cuadro se resuelve
habitualmente en unas semanas (20 - 80% de las larvas muere en el transcurso de
2 - 8 semanas), sin embargo, existen diversos reportes de pacientes, cuyas
manifestaciones se mantuvieron a lo largo de 4 - 15 meses, y hasta años, en
casos muy raros. (Veraldi et al., 2012; Richey et al., 1996).
La infección bacteriana es frecuente, así como dermatitis por contacto por automedicación con remedios tópicos.
La infección bacteriana es frecuente, así como dermatitis por contacto por automedicación con remedios tópicos.
La LMC puede tomar la forma de una foliculitis papular eosinofílica de
curso crónico cuando una gran cantidad de larvas penetran los folículos
pilosos. Esta condición no incluye trayectos en piel, lo que puede conducir a
un diagnóstico erróneo.
Existen varios reportes de enteritis eosinofílica debida
a A. caninum en
Australia; también se ha diagnosticado en EEUU; esta infección ocurre cuando
una larva o parásito adulto inmaduro (casi en el 100% de los casos se trata de
un solo parásito) se localiza a nivel intestinal, dando lugar a un síndrome con
dolor abdominal agudo, náuseas, anorexia y diarrea. Es rara la ulceración de
íleon terminal y colon, lo que constituye una emergencia quirúrgica.
Existe el reporte de un caso excepcional de colitis por A. ceylanicum en un paciente con diarrea crónica y sangre oculta en heces. (Yao-Chun Hsu & Jaw-Town Lin Hsu. 2012).
Se han reportado de manera esporádica: neumonitis eosinofílica, eritema multiforme, opacidad en córnea, larvas en tejido muscular y neuroretinitis subaguda unilateral difusa. (Bowman et al. 2010).
El diagnostico se basa de manera fundamental en los
antecedentes epidemiológicos y cuadro clínico.
Los estudios de laboratorio reportan de manera poco consistente eosinofilia y niveles altos de IgE total.
La biopsia de piel ofrece el diagnóstico definitivo, pero es difícil localizar a los parásitos debido al movimiento errático de las larvas.
El diagnóstico diferencial debe realizarse con los
parásitos que pueden causar LMC, ya mencionados, con lesiones debidas a
dermatofitos y dermatitis por contacto.
En cuanto al tratamiento tenemos 3 opciones:
-Ivermectina VO 200 µg/kg en dosis única.
-Albendazol VO 400 mg/día/3 - 7 días (ocasionalmente debe prolongarse).
-Tiabendazol tópico 10 - 15% , 3 aplicaciones/día/5días. Su eficacia es similar a la de la ivermectina, pero no es práctico en lesiones extensas y en la funiculitis.
CONCLUSIONES
La
larva migrans cutánea es un proceso con una expresión clínica característica
de fácil reconocimiento, que además aparece en un paciente que acaba de
regresar de un viaje a una zona tropical o subtropical. En cuanto al
tratamiento, tanto el albendazol como la ivermectina muestran una eficacia y
tolerancia similar en el tratamiento de la larva migrans cutánea, y
probablemente debamos considerarlos como el tratamiento de elección.
BIBLIOGRAFIAS
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Romero Cabellero, R. (2005). Microbiología y Parasitología Humana 3º Edición – Editorial Medica Panamericana.
Página 106, tomo 3 sección IV. Fecha de consulta (23/07/2015).
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http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/larva-migrans-cutanea.html Pagina
Consultada el 23/07/2015.
Pagina Consultada el 23/07/2015.
5. http://m.elservier.es/es-revista-semerger-medicina-familia-
40-articulo-larva-migratoria-cutanea-diagnostico-tratamiento-13145777. Pagina consultada 23/07/2015.
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10. http://es.slideshare.net/mobile/inatis92/larva-migrans-cutanea-y-visceral.
pagina consultada (23/07/2015).